Alberto Ísola protagoniza a Adriano Fontana en “Todos los sueños del mundo” / Foto: Rosa María Cabrera.
MOTIVADOR. Alberto Ísola se tomó una pausa previa a la función de “Todos los sueños del mundo” para responder a nuestras preguntas y regalarnos un mensaje muy inspirador. Conoce algunos detalles de la vida y la trayectoria de este gran maestro del teatro y la dirección.
Buenas noches maestro Alberto, muchas gracias por su tiempo.
Encantado. Gracias a ti.
1. Según su experiencia protagonizando a Adriano Fontana en “Todos los sueños del mundo” ¿Qué mensaje le deja la obra?
Creo que la obra habla de la importancia de realizar tus sueños, la importancia de llevar a cabo lo que tú quieres hacer, a pesar de todos los problemas y de todos los obstáculos. Creo que va más allá del teatro.
2. ¿Qué es lo que más resalta de Antón Chejov?
Antón Chejov era un médico, escritor y dramaturgo que tenía una visión muy compleja, pero al mismo tiempo, compasiva del ser humano. Chejov quería mucho a los seres humanos por diferentes que sean y por equivocados que pudieran estar. En todas sus obras lo que uno encuentra es una profunda humanidad. Yo creo que por el hecho de que sea médico, le dio una mirada muy compasiva y solidaria.
3. ¿Cuál es su obra de teatro rusa favorita?
Tiene que ser una de Chejov, de todas maneras y creo que es “La Gaviota”. Es una historia de un grupo de personajes que pertenecen al mundo de la literatura y del teatro, que pasan un verano juntos, donde ocurren una serie de historias cruzadas de amores y de alguna manera, de celos profesionales. Es una obra donde hay un grupo de artistas mayores y artistas más jóvenes y habla sobre el contraste de las dos visiones del arte. Es una obra muy linda.
4. ¿Me gustaría saber cuál ha sido y es su principal motivación para subirse al escenario y hacer teatro?
La obra “Todos los sueños del mundo” lo dice porque hay muchas cosas en ella con las que me solidarizo plenamente. Creo que mi principal motivación es comunicarme, compartir un espacio con las personas y lo que más me interesa, es contar historias que de alguna manera toquen a las personas que vienen a ver la obra, que las hagan pensar y que de alguna forma mejoren su vida.
5. ¿Siempre quiso ser actor?
No, en realidad yo nunca quise ser actor. Yo quería ser director de teatro. Es más, estudie dirección, la actuación vino después. Fue una coincidencia porque como tenía que hacer ejercicios de actuación como director, los profesores me decían: “Oye no, pero tú eres muy buen actor, ¿Por qué no actúas?”. Yo nunca había prestado mucha atención al asunto, pero después, sí me intereso mucho y ahora hago las dos cosas, actuó y dirijo.
6. ¿De qué manera usted logra ingresar al mundo del teatro?
Yo empecé haciendo teatro en el colegio, como dice la obra “Todos los sueños del mundo”. Estudie en el colegio Santa María de Marianistas que está ubicado en Monterrico (Surco). Cierto día, cuando yo estaba en cuarto de media, llego un hermano marianista y fundó el club de teatro del colegio. Él me invitó a una obra y cuando yo asistí a un ensayo de teatro, realmente me di cuenta de que esa era mi vocación y de que eso es lo que quería hacer por el resto de mi vida. Yo tenía quince años, así que decidí empezar, mi familia al comienzo se opuso y yo me fui a estudiar a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), estudié dos años de Letras y cuando terminé fui donde mis padres y les dije que había terminado Letras y que quería ser director de teatro. Es así, como decidí irme a estudiar fuera, ya que en ese momento no había en Lima muchos centros de enseñanza de teatro.
7. ¿Cómo hizo para lidiar con el problema de que su familia al inicio se opusiera a que estudie teatro?
Tuve que tener mucha paciencia, mi madre siempre me apoyo, ella viene de una familia muy apegada al arte, en cambio, mi padre no, el provenía más de una familia de hombres de negocios. Tenía que esperar, hice dos años de Letras, me saque muy buenas notas y finalmente, me ayudaron. Tuve mucha suerte de que mi padre me ayudara, porque sin su apoyo no lo hubiera podido hacer, entonces empecé a estudiar en el Teatro de la Universidad Católica (TUC), hice un semestre allí, y después, me fui a estudiar a Milán en Italia, ahí me quede dos años y luego me fui a Londres tres años. Estudie cinco años fuera y cuando regrese empecé a trabajar de inmediato.
8. ¿Qué actores han sido referentes para usted a lo largo de su carrera?
En el teatro peruano, principalmente tres, Luis Álvarez, Ricardo Blume y Carlos Gasol. Ellos fueron muy importantes y son grandes referentes para mí. Definitivamente, fueron actores que abrieron camino cuando actuaron, y que, de alguna manera, lograron que hoy sea posible hacer teatro en nuestro país.
9. ¿Cuál es el personaje que más lo ha marcado?
Un montón, todos te dejan algo. El personaje que más me ha gustado y que más recuerdo, es el de una obra española, llamada ¡Ay, Carmela! que habla sobre la Guerra Civil. Obra en donde yo interpreté a un personaje llamado Paulino, quien era un actor muy malo, de cuarta categoría, él se ve sorprendido en medio de la Guerra Civil en España. Me encantó hacer ese personaje, creo que es el que más me ha gustado interpretar.
10. ¿Qué personaje nunca quisiera interpretar? ¿Por qué?
Yo no sé, creo que no me gustaría hacer un personaje que este mal escrito o que este en una obra mal escrita, pero no tengo ningún problema con interpretar personajes que sean muy distintos a mí o que piensen distinto a mí. Creo que la única cosa que me impediría hacer un personaje, es sentir que está muy mal escrito.
11. ¿Considera que actuar en “A la Diestra de Dios Padre” fue trascendental en su carrera profesional?
Sí, porque yo no iba a actuar. Uno de los actores se fue y yo era el asistente de dirección, entonces el director, Gustavo Bueno, me dijo que yo hiciera el papel. Creo que si no hubiera interpretado ese personaje, probablemente no hubiera actuado nunca. Al inicio, sentí muchos nervios, pero lo recuerdo como una experiencia muy bonita.
12. ¿Cuál es el género teatral que más le gusta interpretar?
No tengo ningún género en especial, me gusta la tragedia, la comedia, el drama, el musical, me gustan básicamente las buenas obras. Si la obra es buena y cuenta una historia que me interesa contar y si el personaje es interesante, no importa el género. Creo que es más difícil hacer reír que otra cosa. Sin embargo, me gusta todo.
13. ¿Por qué razón disfruta más de hacer teatro que de actuar en cine o en televisión?
Porque el teatro es un espacio en donde quien maneja todo es el actor. En cambio, en el cine y la televisión, depende mucho lo técnico, las cámaras, las luces y otros implementos. En el teatro, los actores manejamos el espectáculo, entonces, tienes mayor posibilidad de manejar lo que haces. Además, como se repite todas las noches, te da la posibilidad de ir mejorando. Yo siento que desde que estrenamos “Todos los sueños del mundo” ha mejorado mucho. Mientras que en el cine y la televisión no tanto, porque se graba y eso se queda, ya no se cambia y no lo puedes manejar realmente como te gustaría.
14. ¿Para usted, el teatro está mejor o peor?
Está mejor en muchos aspectos, hay mucha más producción, hay un nivel de profesionalismo mucho más grande, se hacen más cosas. Para mal, pienso que se han perdido algunos detalles importantes, se ha perdido la mística, el trabajo en grupo, todos somos muy individualistas. Yo vengo de una época en donde los grupos que hacíamos teatro había como más sensación de unión y de ser amigos. De la misma manera, creo que, también, sigue sin solucionarse el problema principal del teatro peruano, que es el problema del público. No tenemos un público constante y no tenemos una tradición teatral fuerte. Mientras eso no se resuelva, yo voy a sentir que el teatro es muy bueno, pero que no llega a toda la gente a la que debería llegar.
15. ¿Qué opina de que se estén abriendo nuevos talleres de teatro con profesores que no son profesionales en el arte del teatro?
Es muy peligroso porque enseñar, en general, es un trabajo delicado y enseñar teatro mucho más. A mí me preocupa, que gente que ha hecho un taller como alumno o gente que ha tenido una experiencia mínima, de repente empiece a enseñar, eso es preocupante. Sin embargo, yo siempre siento que los alumnos encuentran a su profesor, así que tarde o temprano acaban por darse cuenta. Eso no depende de la edad del profesor, pero sí considero que debe tener experiencia y formación.
16. ¿Qué se necesita en el Perú para que el teatro llegue a más personas?
Más formación. Es muy importante la educación por el arte en los colegios y en las universidades. Es muy importante que el teatro se acerque a la gente joven y que se haga todo lo que se pueda hacer por lograr que el teatro se acerque a todas las personas. Eso es fundamental ante todo.
17. ¿Por qué el teatro es importante en el desarrollo personal de un ser humano?
Bueno, puedes hablar desde dos puntos de vista. Hacer teatro, aunque no actúes. Yo creo que todo el mundo debería intentarlo, ya que hacer teatro en algún momento, aunque no se vuelvan actores después, es una experiencia muy importante para soltarte y para trabajar sobre ti mismo. Además, creo que es importante, porque te hace pensar, te hace reflexionar y te conmueve. Es un espacio en donde, todavía, se hacen algunas preguntas importantes, es un espacio de reflexión y de diversión, pero sigue siendo para mi, principalmente, un lugar de reflexión.
18. ¿Qué es lo que debe caracterizar la esencia de un buen actor?
La capacidad de identificarse con el personaje, la capacidad de hacer que el público crea que estás interpretando a una persona que no eres tú y la capacidad de poder observar la realidad. Esos son tres aspectos que me parecen muy importantes sobre todo.
19. ¿Para usted, que es lo más difícil en un actor?
Enfrentarse al público todas las noches. El público siempre es distinto y nunca sabes lo que puede pasar. En mi caso, antes de entrar a escena cada noche me da taquicardia, toda una serie de cosas, porque es algo inusitado, que, sin embargo, me encanta hacer. Creo que lo más complicado siempre es dar el primer paso del costado del escenario al escenario. Entrar, eso es lo más difícil.
Gracias, maestro Alberto. Por concedernos esta placentera entrevista.
Es un placer ayudar. Gracias a ti y mucha suerte.
¡MIL GRACIAS, MAESTRO ALBERTO! Por compartir con nosotros un poco de su experiencia personal y profesional en el arte del teatro. Nos ha dejado grandes lecciones y sabemos que usted es un gran ejemplo para todos los amantes de las artes escénicas en el Perú.
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