Hay cosas en la vida que no se planean y creo que la creación de mi libro, La construcción de un capitán, en un principio se dio así, con el puro entusiasmo de contar la historia de un chico que es admirado y querido por muchas personas. Y es que yo quería saber qué había detrás de ese gran deportista, del capitán de la selección peruana de voleibol masculino, detrás de Eduardo Romay. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, ya había conversado algunas veces con él, con su entorno y estaba envuelta en un mundo que me parecía muy interesante de conocer. Estaba en la atmosfera alegre, divertida y algunas veces complicada del capi.
Eduardo y yo en una sesión de fotos en Miraflores (2021).
Pero, ¿Cómo inició todo? Dicen que lo que es para ti en algún momento te encuentra, yo creo que es verdad. Para contextualizar, yo estaba en La Cátedra Deportes intentando empaparme con las noticias deportivas del momento, además apoyaba en algunas tareas de la FPV, mientras que separaba un espacio para UPC Conecta, plataforma audiovisual producida por alumnos de la universidad. De pronto, revisando diferentes publicaciones de Facebook que iban apareciendo en mi celular encontré una entrevista en vivo que Martín Fernández junto al señor Cesar Picciotti le estaban haciendo a Eduardo Romay y Álvaro Hidalgo.
Entonces, me detuve a ver y escuchar un poco de la conversación. Desde el comienzo, Eduardo me pareció, a ojo de buena entrevistadora, una persona muy alegre y con bastante actitud. También, me di cuenta de que ya lo había visto antes en el Polideportivo del Callao, pero no tenía mucha información sobre él, solo sabía que era el capitán de la selección peruana de voleibol masculino y que jugaba en el Club Regatas.
Una de las fotos que tomé en un partido entre Regatas versus Unilever en el Polideportivo del Callao (2019).
Da la casualidad que en ese momento yo necesitaba encontrar nuevos personajes para entrevistar en UPCino al día, programa que conducía junto a un amigo de la carrera de periodismo. Es así como localicé, por Facebook, a Daniel Barbieri, integrante de la selección peruana de vóley masculino y le propuse entrevistarlo, él aceptó. Llegó el día, conversamos, conocí un poco más sobre su trayectoria como deportista y me dijo que sí necesitaba más personalidades para entrevistar, él podía decirle a Eduardo Romay para ver si se animaba también a participar del programa. Yo quedé encantada con la propuesta y le agradecí.
Horas después, me envió un mensaje con el número del capi para que hable con él y coordinemos la conversación. Al día siguiente, jueves 6 de agosto del 2020, le escribí por WhatsApp y me preguntó si la entrevista podía ser a las 3:30 de la tarde, yo le dije que me parecía perfecto. No quería perder a ningún personaje para UPCino al día. Cuando lo presenté en el programa, sentí que era muy distinto a lo que yo había imaginado, de forma súper positiva claro. Descubrí que de todas las personas a las que había entrevistado, él era muy auténtico, feliz desde el minuto uno que empezó la grabación, que sus palabras y gestos expresaban con sinceridad su vitalidad y ganas de comerse el mundo. Por mi parte, sentí una confianza única para hacerle todo tipo de preguntas, ese día inventé algunos juegos para ver qué tan divertido era al responder. Logré el objetivo pues se rio mucho y eso me puso muy contenta.
Riendo con los juegos de la entrevista que hicimos para UPCino al día (2020).
Varios días después, el 22 de agosto, llegó su cumpleaños y le escribí un mensaje. Mientras tanto, ya había empezado las clases en la universidad nuevamente (estaba de vacaciones desde la quincena de julio) y el profesor de Periodismo Literario 1 nos había dicho que teníamos que escribir un libro sobre un personaje que tenga una historia que contar, algo que nosotros como escritores quisiéramos mostrar. También podía ser sobre un lugar histórico o un tema de interés público.
Pensé mucho, le di varias vueltas, como suelo hacerlo con algunas cosas, aunque ahora ya no tanto (entre risas). Después de un par de horas y de hacer una lista de posibles candidatos, descubrí que la persona correcta era Eduardo Romay por muchas razones. Yo sabía que era un trabajo de largo aliento, prácticamente de un año, y quería contar la historia de una persona a la que admiro y con la que me había sentido identificada de alguna manera. Como lo dije líneas más arriba, Romay me recordaba esa alegría que yo siempre trato de transmitir a las personas con las que converso y eso me hacía querer saber más de él. Es así como quise averiguar dentro de mis posibilidades quién es Eduardo Romay con todo lo que eso significaba.
Entonces, le escribí un mensaje una vez más y se lo dije de la mejor manera posible. Sentí un poco de nervios de que no quisiera contarme su historia más personal o de que no tuviera tiempo para hacerlo porque en unos días más se iría a Austria a jugar por el VC Amstetten y estaría concentrado en su juego. Sin embargo, la respuesta del capi fue la mejor, se emocionó mucho y me dijo que a pesar de lo complicado que podría ser por la diferencia horaria, lo haríamos funcionar. Esa noticia fue increíble.
Escuchando alguna de las anécdotas de Eduardo para la elaboración del libro (2020).
El domingo 30 de agosto fue la primera videollamada que hicimos para conversar oficialmente de su historia. Yo me sentía algo ansiosa, tenía muchas preguntas, pero sabía que en el viaje exploratorio número uno lo importante es ganar confianza entre ambos. Cuando el capi se conectó, lo saludé, le conté más del proyecto y le hice la primera pregunta. Mientras escuchaba su respuesta, todos mis miedos y dudas se esfumaron, me di cuenta de que Eduardo estaba dispuesto a contar honestamente muchas partes de su vida, partes que usualmente las personas se reservan para sí mismos o para los más cercanos de su entorno. Sin embargo, desde que el capi aceptó ser el personaje principal de mi libro, supe que estaba realmente comprometido con mi trabajo y que haría todo lo que estuviera en sus manos para que sea exitoso.
Ese día hablamos de varias etapas de la vida de Eduardo, le pregunté sobre su niñez y su paso por el colegio, también sobre su relación con sus compañeros y su personalidad en el aula de clases. Descubrí que no todo era tan sencillo como imaginaba, que el capi había pasado por algunos momentos complicados en su etapa escolar. Pero eso no era todo, yo tenía un folder lleno de preguntas y sabía que nos iba a tomar un tiempo y algunas videollamadas para lograr obtener un panorama mucho más claro del camino recorrido por Romay.
Así fueron pasando los días y continuamos con nuestras conversaciones, en las que no solo conocí la vida de un deportista famoso, sino que tuve la gran oportunidad de descubrir lo que había en el interior de un ser humano; de saber cuáles habían sido sus más grandes miedos y limites, pero también cómo los fue afrontando y superando, además fui testigo de todo el amor que le tiene a su familia, a sus amigos y todas las personas que lo admiran y siguen.
Muertos de la risa por alguna de las tantas experiencias divertidas que contaba Eduardo (2021).
Al finalizar la tercera videollamada, ya tenía mucho más clara la ruta que iba a seguir el libro, quise marcar muy bien los conceptos de cada uno de los capítulos, lo que iban a reflejar de forma individual, pero también en conjunto. La idea era mostrar como el personaje principal, Eduardo Romay, logró salir de cada uno de esos momentos duros y difíciles en su vida para convertirse en el capitán de la selección peruana de voleibol masculino, pero al mismo tiempo en un chico que confía en sí mismo, en sus capacidades, que escribe su propia narrativa y que es luz para muchas personas.
Si quieres conocer la historia completa de Eduardo Romay y descubrir por ti mismo cómo logró transformarse en el deportista e influencer que hoy vemos en coliseos y redes sociales, si quieres inspirarte a construir un auténtico camino a través de las risas, la valentía y la pasión constante, no te pierdas La construcción de un capitán. Solo en Amazon Kindle!!
Ellos son parte del mundo del capi y les agradezco mucho por contribuir con el libro de manera súper alegre y positiva.
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